Poemas Grito De Mujer 2015 Molina De Segura, España
Irel
Faustina Bermejo
“Fuera
del sistema”
No
encajas nada en el sistema.
Nunca
serás feliz
dentro
de viejas estructuras.
Llegas
tarde porque no hay horarios
en
tu mundo. No existe el tiempo
en
tu corazón ni enemigos
con
quienes competir.
No
hay separación
en
tu mundo sin odios.
Vives
dentro de una red que os conecta
en
las nubes magenta
de
los atardeceres.
Deja
de lado las batallas,
crea
tu mundo sin límites.
Eres
pura conciencia
que
se expande y no importa
las
primaveras que hayas vivido
ni
el color de tus ojos
ni
el de tu piel, no importa
si
naciste de un sexo o de otro.
No
sufras más ni te avergüences
bajando
la cabeza
por
no encajar en los viejos patrones.
No
temas a las balas
ni
al rugido de los cañones.
Los
poderosos quieren acallar
tu
canto y amordazarte entre flores
de
plástico arrancando el grito
de
tu garganta. Con el miedo
se
controla. Danza sobre la arena.
La
noche es tan tranquila.
La
libertad resulta peligrosa,
pero
tú sabes que hay otros senderos,
otras
alternativas
posibles.
Escapa del látigo,
de
los tiranos que pretenden
que
vuelvas al redil y mantener
encorsetado
vuestro sueño
mientras
duerme la primavera.
Sortea
las balas, mantente en pie
sobre
la senda por la que se advierte
la
aurora con su rostro blanco.
Agonía
en la ola blanca y quebrada
A
La Poeta De La Unión, María Cegarra Salcedo
Articulando
tu nombre el rumor
cansado
de los ecos, la asediada
palabra
de tus versos, el color
del
monte, una playa dibujada
entre
fórmulas químicas… Dolor
melancólico
en la vasta tristeza
de
días de lluvia. El limonero
desgranando
protones. La belleza
de
una tierra de pirita. Sendero
de
silencio, curtido en la tibieza
de
las vetas de tu Cristo minero.
El
mar a tu costado, instrumento
que
ameniza la tarde. La oración desprendida
volando
al crisol. Celas memorias en el viento
dentro
del alambique de la vida.
Gime
la ola del mar azul, quebrada.
El
lamento desborda su tribulación, llena
de
dolor y tierra mineral y lacerada.
Torbellinos
de luz con espuma salada;
silencio
desgarrado en la galena.
HIJA
DEL DESTINO (a Benazir Buttho)
Nací
con un destino
empujada
a luchar
por
la reconciliación de mi pueblo.
He
vuelto a mi patria y beso esta tierra
que
me amasó y acogerá mis huesos.
Vuelvo
a mi hogar aún conociendo
los
peligros que me devastan.
Nací
para servir la libertad.
Soy
hija de un destino,
no
puedo detenerme
ni
volver para atrás.
Yo
traigo la esperanza.
a
los hombres y las mujeres.
Mi
misión es más grande que mi vida.
Avanzo
con pasos seguros
sonriéndole
a la muerte.
El
destino me eligió edil
para
esta inquietante batalla
y
no hay lugar para el miedo.
Elevo
los brazos frente a la Meca;
me
someto a la voluntad de Alá
para
levantar a mi pueblo
de
su miseria y unir las banderas.
Soy
mujer y vale la pena
combatir
y enfrentar los desafíos.
Soy
mujer y pese a las predicciones
he
gobernado un país.
Estoy
aquí con una herida abierta
por
la sangre que habéis vertido,
por
el horror que el fanatismo
ha
sembrado en el mundo.
Dije
sí a mi destino.
Vuelvo
del exilio con la esperanza
puesta
en la democracia para el pueblo.
Soy
mujer y sé que mi esfuerzo
es
más titánico que el de los hombres.
Alas
de mujer
I
Alas
para renacer,
alas
para alcanzar el cielo,
alas
de mujer.
Abro
las alas
y
me alzo en el vuelo.
Hay
esperanza
para
salir del tormento.
Yo
soy la heroína,
la
diosa de mi templo,
subo
a la más alta cima
volando
muy lejos.
Descubro
mi poder,
la
fuerza del fuego.
No
laceres mi piel
con
tus manos de hierro.
Hablemos
de amor,
de
libertad y de respeto,
ya
sin el dolor,
mecidos
en el viento.
Alas
de mujer
es
lo que yo tengo,
nacidas
del relámpago
y
del trueno.
II
Descubre
tus alas y vuela.
Que
nadie interrumpa tu vuelo,
que
nadie corte tus alas,
que
nadie te haga sentir miedo
cuando
te halles frente al precipicio
justo
antes de saltar.
Confía
en que tus alas
te
elevarán hacia el sol
y
brillarás tanto como una estrella.
Nadie
oscurecerá la luz
que
proyectarás al mundo
con
todo tu poder.
Vuela
más allá de los límites establecidos,
más
allá de lo que alcanza tu vista.
Haz
que tu horizonte se ensanche,
que
el mundo entero sea tu hogar.
No
esperes más.
Salta
hacia tu libertad.
III
Busca
tus alas,
ábrelas y no temas al vuelo.
Desde las alturas
el mundo se ve distinto.
Cambia el punto de mira
y desde lejos
tendrás una mayor retrospectiva.
Desde lo alto
podrás encontrar
en el laberinto de la vida
la puerta de salida.
Serás libre,
sin ataduras ni mordazas.
Explora hasta que encuentres
tus dos alas.
ábrelas y no temas al vuelo.
Desde las alturas
el mundo se ve distinto.
Cambia el punto de mira
y desde lejos
tendrás una mayor retrospectiva.
Desde lo alto
podrás encontrar
en el laberinto de la vida
la puerta de salida.
Serás libre,
sin ataduras ni mordazas.
Explora hasta que encuentres
tus dos alas.
IV
Busca
tus alas,
ábrelas,
ábrelas,
no
temas al vuelo.
Desde las alturas
el mundo se ve distinto.
Cambia el punto de mira
y desde lejos
tendrás
Desde las alturas
el mundo se ve distinto.
Cambia el punto de mira
y desde lejos
tendrás
una
mayor retrospectiva.
Desde lo alto
podrás encontrar
en el laberinto de la vida
la puerta de salida.
Serás libre,
sin ataduras ni mordazas.
Explora
Desde lo alto
podrás encontrar
en el laberinto de la vida
la puerta de salida.
Serás libre,
sin ataduras ni mordazas.
Explora
hasta
que encuentres
tus dos alas.
tus dos alas.
Mª
Ángeles Ibernón Valero
Desaliento
"consumidos por el dolor"
que brutal y sádico es el dolor
cuando arranca sin pudor la vestidura
de la carne,
y como una joya cincelada de luz
compasivamente recorre las calles
de tu piel,
imitando al frío, para poder salvar su rostro,
¡que vileza!
mientras, camina cauteloso
mordiendo risas, enseñando dientes,
con amenazas, y continúa su empeño
en cautivar tu ira fingiendo frío por frío
en las pálidas llanuras de las entrañas.
Jamás llegará a saber,
que el dolor no enfría, el dolor arde.
"Esperar siempre duele"
Desaliento
"consumidos por el dolor"
que brutal y sádico es el dolor
cuando arranca sin pudor la vestidura
de la carne,
y como una joya cincelada de luz
compasivamente recorre las calles
de tu piel,
imitando al frío, para poder salvar su rostro,
¡que vileza!
mientras, camina cauteloso
mordiendo risas, enseñando dientes,
con amenazas, y continúa su empeño
en cautivar tu ira fingiendo frío por frío
en las pálidas llanuras de las entrañas.
Jamás llegará a saber,
que el dolor no enfría, el dolor arde.
"Esperar siempre duele"
Cuando la oscuridad resbala
y el silencio
aún no ha dicho su última palabra,
aleteo por las esquinas de mi cuerpo,
inquieta ante los leves roces que me inundan,
se apoderan de mi,
reclamando preguntas
que ya son respuesta;
tal vez esos tenues roces, sean caricias,
que como cada otoño lamen la nostalgia
entre los huecos de tanta vida amontonada.
El ciclo ya se ha cumplido;
ya no queman las hojas,
las lágrimas chisporrotean sin acto de fe,
la piedad lanza fuego lujurioso,
la virtud no sustenta mis frágiles huesos,
la pasión aparece en cenizas
y nadie sabe donde irá a parar.
El ciclo se ha cerrado,
con la húmeda frescura de la mañana.
"Te sé de memoria"
Permaneces vivo en mi memoria
hasta no tener fin;
es como una dignidad asimétrica
donde las olas se convierten en piedras
y el búho escondo su pico azul
bajo la nieve, intentando invertir
el hambre por rebeldía;
Jamás será hermoso, el espectáculo
que es sometido a los deseos
de unos ojos perdidos y vacilantes,
vivos hasta no tener fin
receloso de la realidad de la memoria.
"El secreto es vivir"
Me desdoblo ante aquella tierra
que un día fuera el camino inolvidable,
ajeno a esta soledad que transito;
ahora llega el momento
de despojarme de esta ropa mojada
y es cuando más te necesito,
porque me queman las palabras muertas
marcadas en una boca que aún esta viva,
y porque jamás pretendí hacerme prisionera
del que cierra la puerta de este umbral,
que pasea fatigas por mi vientre
en esta, a veces...
jodida vida.
"Sumo, resto...Algún día"
Hay días,
que tengo ganas de aullar
como un animal salvaje;
y en un desgarro impactante,
me desnudo,
rompo el cordón umbilical
de las palabras,
de esas, que son tan rastreras
que te impiden reaccionar,
e intento reinventar otras
que sigan tirando del carro
y rueden como un tiovivo,
para que nunca se queden
en el mismo lugar.
"Cuídame del ayer"
Nunca me preguntó la vida
al pasar por mi lado;
si perdía algo,
si sujetaba mi mano,
si en mis silencios inesperados
me rozaban fuertemente esas alas
de un presagio.
Crece dentro de mi la lluvia,
el amanecer,
el rumor que humedece
los senderos umbríos
para perderme en el recodo
de mis espacios,
en la doblez del día a día
que lo veo como se aleja
y vuelve insensible la cara
para mirar mi pasado.
Gema
Bocardo Clavijo
La
Niña Que Yo Era
Por
qué
enturbiaste
mi copa,
rasgaste
mis vestiduras,
enlodaste
mi inocencia.
Qué
te hice yo,
la
niña que jugaba,
la
niña que te ofrecía
su
muñeca...
La
niña que yo
Era.
Se
Quebró
Por
todo
y
por nada;
por
la última gota
y
las anteriores;
para
siempre,
sin
remedio,
en
décimas de segundo,
Ella
Se
quebró,
como
una rama seca.
Hasta
creo haber oído
su
pecho, fragmentándose.
Te
juro que sonaba
como
un latigazo
contra
una esperanza.
No
sabes cómo echo de menos
su
risa neurótica.
Incluso
haría un pacto con Lucifer
para
que, al menos, llorara.
Mas…cómo
pretender
que
sus ganas de alzarse
sobrevivieran
a
la caída.
Malos
cuentos
Dicen
que el cierzo
congela
los huesos...
a
ella le hiela el alma
el
roce de Sus dedos.
Dicen
que abrasa las pupilas
el
desierto...
a
ella la asfixia la calina
de
Su aliento.
Dicen
que ensordece la marejada
golpeando
el puerto...
a
ella le rompió el tímpano
un
puño abierto.
Dicen
los
malos cuentos
que
las princesitas aguarden
que
el príncipe azul las salve
de
su encierro...
A
ella el príncipe la encadenó
con
un anillo de oro
en
una cárcel de miedo
Y
se asoma tras los barrotes,
con
la mirada ausente
y
marcas en el cuerpo.
Con
todos sus sueños
de
cuentos de hadas
deshechos.
Peso
Pesan
las dietas milagro;
el
metabolismo lento;
sexo
con luz apagada;
su
imagen en el espejo.
Pesa
la burla a su espalda;
los
cánones, los modelos;
los
tópicos, los prejuicios;
el
frívolo mundo entero
que
le alquitrana las alas
y
le impide volar lejos.
Dignidad
Duele
igual el golpe
aunque
veas volar la lanza
contra
tu cuerpo.
Caes
atravesado;
las
rodillas cubiertas de rozaduras,
los
pies ensangrentados.
Duele
cuando ves su estela brillante
corriendo
rauda hacia ti,
y
duele cuando desgarra tus fibras
fragmentándote.
Doblemente
golpeado.
Te
arrebatan los pilares,
las
ilusiones,
la
ingenuidad,
la
inocencia.
Pero
la Dignidad con la que te pones en pie,
la
Dignidad con la que te curas las heridas,
la
Dignidad con la que sigues caminando
inmutable,
desnudo frente al mundo…
Ésa
no te la quitan.
Mi
imagen en el espejo
Algún
día estaré orgullosa
de
lo que represento
y
no me humillará
mi
imagen en el espejo.
Caerán
en el vacío
vuestros
inútiles consejos.
No
sentiré vergüenza
de
las huellas de mis dedos.
Seguiré
mis caminos
separados
de los vuestros,
inventaré
nuevas leyes,
religiones,
dogmas, credos.
Y
seré ¡libre!, por fin,
con
dignidad y respeto,
y
no volverá a humillarme
mi
imagen en el espejo.
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